miércoles, 5 de marzo de 2014

PIEZA BREVE PARA DOS PERSONAJES (Publicada en 2013 en un libro de texto de editorial Estrada.)



Doña Sara

(Doña Sara está sentada a la puerta de su casa. Pasa una joven vecina y se para a saludarla.)

Vecina: ¡Hola, doña Sara! ¿Cómo está?

Doña Sara: ¿Qué, querida?

Vecina: Que cómo está.

Doña Sara: ¿Cómo?

Vecina: (Alzando la voz.) Que cómo está, doña Sara.

Doña Sara:¡Ay, nena! Más o menos.

Vecina: Pero, ¿qué le pasa?

Doña Sara:¿La casa? No, no es por la casa. Me parece que me estoy engripando.

Vecina: Y también, usted siempre desabrigada.

Doña Sara: No, no es por estar acá sentada. Ramón, pobre, que en paz descanse, siempre me decía: si vas a estar acá toda la tarde, ponéte un saquito, mirá que después refresca. Pero yo nunca tengo frío. Y vos nena, ¿cómo estás?

Vecina: Bien, doña Sara.

Doña Sara: No, ahora que lo pienso no debe ser una gripe, debe ser el hígado. Me está agarrando jaqueca. ¿Vos estás bien?

Vecina: Sí, doña Sara.

Doña Sara:¿Sabés que antes yo oía la conversación de la gente a ochenta metros de distancia? Mirá qué oído.

Vecina: Y ahora, ¿oye menos?

Doña Sara:¿Cómo decís?

Vecina: Que si ahora oye menos.

Doña Sara:¿Que si ahora qué?

Vecina: (Alzando la voz.) ¡Que si anda mal del oído, doña Sara!

Doña Sara:¿Que si me olvido? No, no. Todavía tengo bastante memoria y bastante buen oído. ¡Ay!

Vecina: ¿Qué tiene doña Sara?

Doña Sara:¿Quién viene? No sé, querida, pero yo estoy un poco mareada. Es por la vista.

Vecina: ¿Qué tiene en la vista?

Doña Sara: No, la pista no, ¿qué pista? ¿Andás bien vos del oído?  Hablo de la vista. Voy a tener que empezar a usar anteojos, estoy viendo menos. Mirá vos, esa señora que está pasando por la vereda de enfrente no sé si es Carmen o es Luisa.

Vecina: No, doña Sara, es un señor con un armario.

Doña Sara:¿El veterinario? ¡Ah! Debe ser por el perro de Roberto.

Vecina: ¿Qué tiene el perro de Roberto?

Doña Sara: No, no está muerto. Parece que comió mucha torta y le agarró tortícolis. ¿Vos andás bien de salud?

Vecina: Sí, creo que sí. Pero ahora me está agarrando dolor de cabeza.

Doña Sara: Ah, tenés que poner la mesa. Sí, claro, andá que se les va a enfriar la comida.

Vecina: (En voz bien alta.) ¡Que me voy, doña Sara, porque me duele la cabeza!

Doña Sara: Ahhh, sí querida, andá, andá.

Vecina: Chau, doña Sara.

Doña Sara: Chau, querida, que te mejores.

(Cuando doña Sara se queda sola, murmura.)

Doña Sara: Le debe doler la cabeza de tanto gritar. Ni que una fuera sorda.

Fin