Celoso está
el muro de que su enamorada se recueste sobre el viejo ciruelo.
"No pasa
nada, lo tranquiliza ella, es un anciano. Solo lo abrigo un poco. Sabés que soy tuya."
En
realidad, amor no siente por ninguno de los dos, la astuta enredadera. Los usa
de apoyo para subir y llegar al cielo, su amor imposible.
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