Al
pan, pan y al refrán, refrán
Pieza en tres escenas
Personajes:
Tito
Abuelo
Mamá
Laura
Maestra
Escena 1
(En la cocina de una casa se encuentra sentado el abuelo
tomando mate. Llega su nieto Tito, se sienta a su lado y conversan.)
Tito:
¿Qué hacés, abuelo?
Abuelo:
Tomo mate, Tito. ¿Y vos?
Tito:
Nada.
Bué, en verdad tengo que hacer una tarea sobre los refranes, pero la hago
mañana.
Abuelo:
No, Tito, “No dejes para mañana lo que puedas hacer
hoy”. Mirá qué cosa, ahí ya tenés un refrán.
Tito:
Ajá.
(Mira el techo
y lo repite para grabarlo en su mente.)
“No dejes para mañana...”
Abuelo:
Y te digo otro: “No por mucho madrugar amanece más
temprano”.
Tito: (Repite la
última parte del dicho.)
“Amanece más temprano”. ¡Gracias, abuelo!
Mamá: (Llega, se
acerca al abuelo y le da un beso.)
Buen día, papá.
Abuelo:
Buen día, hija.
Mamá: (Se para atrás
de Tito y le apoya las manos sobre los hombros.)
¿Y la tarea Tito, para cuándo?
Tito:
Mañana me levanto temprano y la hago, ma.
Mamá:
¡¿Mañana?!
Abuelo:
Bueno, dicen que “Al que madruga Dios lo ayuda”.
Tito: (Repite para
recordar.)
“Al que madruga...”
Laura: (Llega y se
acerca a la madre.)
Ma, ¿tenés un
lápiz por ahí?
Mamá: (Sorbe el mate
y habla.)
¿Saludaste al abuelo?
Laura: (Dándole un
beso.)
Hola, abuelo.
Abuelo:
Hola, Laurita.
Laura:
¿Y, ma, tenés un lápiz?
Mamá:
No sé, Laura, pero buscá que “El que busca encuentra”.
Tito:
¿Ése también es un refrán?
Mamá:
Sí, Tito. ¿Por qué no te lo anotás?
Tito:
No, me lo acuerdo.
(Y repite.)
“El que
busca...”
Mamá:
Esperá que te digo otro: “Ojo por ojo, diente por
diente” y, a ver... “A caballo regalado (desde
acá al unísono con el abuelo y Laura.) no se le miran los dientes”.
(Tito se queda cruzado
de brazos mirando algún punto como pensando en lo que escuchó.)
Laura:
Pero ma, ¿vos dibujás y no tenés un lápiz? “En casa de
herrero, cuchillo de palo”. Dale, que me
voy a olvidar la dirección que me acaban de dar por teléfono y después, ¿cómo
voy?
(La madre se
levanta y va a buscar un lápiz.)
Abuelo:
No te preocupes, Laurita, que “Todos los caminos
conducen a Roma”.
Tito:
“Todos los caminos conducen...” ¿Cómo era el otro?
(Piensa y luego
dice.)
“En casa de herrero...”
Abuelo:
Anotá, Tito, que te vas a olvidar.
Tito:
No, abuelo, tengo buena memoria.
Laura: (A la madre.)
Si no tengo la dirección, Ale se va a enojar conmigo.
Viste cómo es.
Mamá: (Llega con un
lápiz.)
Pero, Laura, no pasa nada, ya sabés que ese chico es “Mucho
ruido y pocas nueces”. Acá tenés un lápiz.
Tito:
Otro. ¡Bien!
(Y repite.)
“Mucho ruido y pocas nueces”.
Laura:
Sí, ma, ya sé que “Perro que ladra no muerde”.
Tito: (Repite.)
“Perro que ladra....”
Laura:
Anotá este, Tito: “Más vale pájaro en mano que cien
volando”.
Abuelo:
Y este también: “Siempre que llovió, paró”.
Mamá:
Y este: “El que quiere celeste que le cueste”. Pero
anotálos, no seas cabeza dura, que te vas a olvidar.
Tito:
No, no me olvido, ¡si tengo una memoria!
(Y repite.)
“El que quiere
celeste...” “Siempre que llovió...” y el otro era: “Más vale pájaro en mano...”
Escena 2
(Al día
siguiente, en el salón de clase.)
Maestra:
Tito, ¿a vos te faltaba entregar una tarea, no? ¿La
pudiste hacer?
Tito:
Sí, seño, la lista de refranes. Acá está.
Maestra:
A ver, leéla.
Tito: (Incorporándose,
con la hoja de papel en las manos, lee.)
“El que busca mucho ruido encuentra pocas nueces”
“Siempre que
llovió amaneció más temprano”
“Todos los
caminos conducen a la casa del herrero”
“Más vale
pájaro en mano que no muerde que cien perros volando que ladran”
“No por mucho
madrugar vas a llegar a Roma”
“No dejes para
mañana el cuchillo de palo”
“A caballo
regalado no se le mira ojo por ojo ni diente por diente”
“El que quiere ojos celestes que los busque”
(Tito mira a la
maestra con sonrisa de triunfo.)
Maestra:
Ay, Tito, los
mezclaste todos. Hacélo de nuevo para mañana. Y no te olvides que “Mañana será
otro día” y que “Cada fracaso nos hace más listos”.
Tito:
Sí, seño.
(Piensa.)
¡Más refranes!
Escena 3
(Tito
llega a la cocina de su casa, se sienta a la mesa y anota en un papel.)
Tito: (Para
sí.)
Mejor anoto lo que
me dijo la seño para no olvidarme. (Piensa
antes de escribir:) A ver: “Otro día ...”, no. “Cuando sea mañana ..”,
tampoco. ¿Cómo era? Ah, sí, ya me acuerdo: “Mañana será otro día de fracaso”
¡Listo!
(Deja
el papel sobre la mesa, se incorpora y sale.)
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario