viernes, 6 de noviembre de 2020

QUE LLUEVA

 


Que llueva,

que llueva,

la vieja está

en la cueva.

Si llueve con sol,

la vieja se casa,

bajo el arcoíris,

con un caracol.

Si llueven culebras,

se casa en Ginebra.

Si llueven sapos,

fiesta para rato.

Si cae un chaparrón

arriba del colchón,

me mojaré un poquito,

me mojaré un montón.


miércoles, 28 de octubre de 2020

LAGARTIJA

 



viernes, 23 de octubre de 2020

BREBAJE

 

(Cliquear sobre la imagen para ver mejor)


martes, 6 de octubre de 2020

OGROFEO, EL ESPANTOSO

 



Ogrofeo, el espantoso,

cavó un profundo pozo;

larga soga agarró

y al gran pozo se tiró.

Dando gritos de socorro

logró que acudiera un zorro.

Cuando el zorro se asomó

al gran pozo se cayó.

Ogrofeo con sus gritos

atrajo a un pajarito.

Cuando al pozo se asomó

el pajarito cayó.

Ogrofeo pidió auxilio

y se acercó don Atilio.

Don Atilio se asomó

y al gran pozo se cayó.

Ogrofeo los comió

y con la soga subió.

Dio un eructo estridente

y se fue a lavar los dientes.


domingo, 4 de octubre de 2020

EN EL EUGENIO "C"

 

 Una vez estando en puerto

visité al Eugenio “C”,

lujoso barco italiano,

y vean lo que encontré:

un cocinero perseguía

a una salchicha con pies;

un capitán que llevaba

en la cabeza un gran pez;

un camarote de lujo

donde lloraba un bebé

y una tortuga en chinelas

lo trataba de mecer;

un pulpo lavando el piso

no con un balde, con tres;

siete negocios de ropa

para que las compre un rey,

y en el comedor del barco,

un gato tomando el té.


sábado, 3 de octubre de 2020

DE COLORES



A mi poema De colores, María Daniela Cohen le puso música y voz y logró esta hermosura junto a la guitarra de Pacho Barroso.

jueves, 3 de septiembre de 2020

¿DE QUÉ MARCA ES TU PERRO?

 

Hay perros de pura raza

para el hogar o la caza,

pequeñitos o gigantes,

muy finos, muy elegantes

Enseguida se adivina

que son marca distinguida

El mío no es labrador

ni caniche, ni pastor

Es petiso, gordinflón

cariñoso y juguetón

El color es blanco y negro

y la marca, marca perro





 




sábado, 29 de agosto de 2020

BIGOTITO

 



jueves, 2 de julio de 2020

COLALARGALAGARTIJA




Cazó lagartija

mi gata La Coca,

con aire triunfal

la lleva en la boca

La apoya en el suelo,

la agarra, la suelta

hasta que la deja

casi, casi muerta

En eso la bicha

desprende su cola

que queda bailando

moviéndose sola

Con asombro mira

mi gata La Coca

el baile que hace

esa cola loca

Entonces astuta

lagartija escapa,

no quiere más lola

ni quiere más gata

La Coca se queda

muy desconcertada

y la lagartija

queda descolada

viernes, 26 de junio de 2020

¿SABEN QUIÉN ES?



Ese que silba y que sopla

pero nadie le vio boca.

Ese que empuja sin brazos

y se mueve sin dar pasos.

El que sin piernas se lanza

y de todo hace una danza.

Mueve copas al pasar

y arrulla como el mar.

A veces es frío

si viene del río.

A veces es tibio

y a veces es lento.

¿Saben quién es?

Es el …

jueves, 25 de junio de 2020

SUEÑO DE GATO



En Potosí vive un gato

que duerme sobre un zapato.

Cuando el zapato no está,

cuando el zapato se va,

tarda en dormirse un rato.




Mientras dormía, 

Leonora se convirtió en bruja.

¡Horror, temblor, escozor,

 que se deshaga el error!,

dijo, furiosa,  la bruja.

Entonces volvió a ser gata

y se echó en el almohadón.

miércoles, 10 de junio de 2020

LOS CHARITOS EN ESPAÑA








La colección Charitos de editorial Ojoreja de Argentina ahora también se encuentra publicado por SM España, ¡qué alegría!

https://es.literaturasm.com/autor/didi-grau







domingo, 31 de mayo de 2020

DICHOS Y REFRANES



Al pan, pan y al refrán, refrán


Pieza en tres escenas
Personajes:
Tito 
Abuelo
Mamá
Laura
Maestra
Escena 1
(En la cocina de una casa se encuentra sentado el abuelo tomando mate. Llega su nieto Tito, se sienta a su lado y conversan.)

Tito:
¿Qué hacés, abuelo?
Abuelo:
Tomo mate, Tito. ¿Y vos?

Tito:

Nada. Bué, en verdad tengo que hacer una tarea sobre los refranes, pero la hago mañana.

Abuelo:
No, Tito, “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Mirá qué cosa, ahí ya tenés un refrán.
Tito:
Ajá.
(Mira el techo y lo repite para grabarlo en su mente.)
“No dejes para mañana...”
Abuelo:
Y te digo otro: “No por mucho madrugar amanece más temprano”.
Tito: (Repite la última parte del dicho.)
“Amanece más temprano”. ¡Gracias, abuelo!
Mamá: (Llega, se acerca al abuelo y le da un beso.)
Buen día, papá.
Abuelo:
Buen día, hija.
Mamá: (Se para atrás de Tito y le apoya las manos sobre los hombros.)
¿Y la tarea Tito, para cuándo?
Tito:
Mañana me levanto temprano y la hago, ma.
Mamá:
¡¿Mañana?!
Abuelo:
Bueno, dicen que “Al que madruga Dios lo ayuda”.
Tito: (Repite para recordar.)
“Al que madruga...”
Laura: (Llega y se acerca a la madre.)
 Ma, ¿tenés un lápiz por ahí?
Mamá: (Sorbe el mate y habla.)
¿Saludaste al abuelo?
Laura: (Dándole un beso.)
 Hola, abuelo.
Abuelo:
Hola, Laurita.
Laura:
¿Y, ma, tenés un lápiz?
Mamá:
No sé, Laura, pero buscá que “El que busca encuentra”.
Tito:
¿Ése también es un refrán?
Mamá:
Sí, Tito. ¿Por qué no te lo anotás?
Tito:
No, me lo acuerdo.
(Y repite.)
 “El que busca...”
Mamá:
Esperá que te digo otro: “Ojo por ojo, diente por diente” y, a ver... “A caballo regalado (desde acá al unísono con el abuelo y Laura.) no se le miran los dientes”.
(Tito se queda cruzado de brazos mirando algún punto como pensando en lo que escuchó.)
Laura:
Pero ma, ¿vos dibujás y no tenés un lápiz? “En casa de herrero, cuchillo de palo”. Dale, que  me voy a olvidar la dirección que me acaban de dar por teléfono y después, ¿cómo voy? 
(La madre se levanta y va a buscar un lápiz.)
Abuelo:
No te preocupes, Laurita, que “Todos los caminos conducen a Roma”.
Tito:
“Todos los caminos conducen...” ¿Cómo era el otro?
(Piensa y luego dice.)
“En casa de herrero...”
Abuelo:
Anotá, Tito, que te vas a olvidar.
Tito:
No, abuelo, tengo buena memoria.
Laura: (A la madre.)
Si no tengo la dirección, Ale se va a enojar conmigo. Viste cómo es.
Mamá: (Llega con un lápiz.)
Pero, Laura, no pasa nada, ya sabés que ese chico es “Mucho ruido y pocas nueces”. Acá tenés un lápiz.
Tito:
Otro. ¡Bien!
(Y repite.)
“Mucho ruido y pocas nueces”.
Laura:
Sí, ma, ya sé que “Perro que ladra no muerde”.
Tito: (Repite.)
“Perro que ladra....”
Laura:
Anotá este, Tito: “Más vale pájaro en mano que cien volando”.
Abuelo:
Y este también: “Siempre que llovió, paró”.
Mamá:
Y este: “El que quiere celeste que le cueste”. Pero anotálos, no seas cabeza dura, que te vas a olvidar.
Tito:
No, no me olvido, ¡si tengo una memoria!
(Y repite.)
 “El que quiere celeste...” “Siempre que llovió...” y el otro era: “Más vale pájaro en mano...”

Escena 2
(Al día siguiente, en el salón de clase.)

Maestra:
Tito, ¿a vos te faltaba entregar una tarea, no? ¿La pudiste hacer?
Tito:
Sí, seño, la lista de refranes. Acá está.
Maestra:
A ver, leéla.
Tito: (Incorporándose, con la hoja de papel en las manos, lee.)
“El que busca mucho ruido encuentra pocas nueces”
“Siempre que llovió amaneció más temprano”

“Todos los caminos conducen a la casa del herrero”

“Más vale pájaro en mano que no muerde que cien perros volando que ladran”

“No por mucho madrugar vas a llegar a Roma”

“No dejes para mañana el cuchillo de palo”

“A caballo regalado no se le mira ojo por ojo ni diente por diente”

“El que quiere ojos celestes que los busque”

(Tito mira a la maestra con sonrisa de triunfo.)

Maestra:
Ay, Tito, los mezclaste todos. Hacélo de nuevo para mañana. Y no te olvides que “Mañana será otro día” y que “Cada fracaso nos hace más listos”.
Tito:
Sí, seño.
(Piensa.)
¡Más refranes!

Escena 3
(Tito llega a la cocina de su casa, se sienta a la mesa y anota en un papel.)

Tito: (Para sí.)

Mejor anoto lo que me dijo la seño para no olvidarme. (Piensa antes de escribir:) A ver: “Otro día ...”, no. “Cuando sea mañana ..”, tampoco. ¿Cómo era? Ah, sí, ya me acuerdo: “Mañana será otro día de fracaso” ¡Listo!

(Deja el papel sobre la mesa, se incorpora y sale.)

Fin

domingo, 10 de mayo de 2020

EMPIEZA IGUAL QUE TERMINA



Apuesto a que ese es Daniel el apuesto

Rosa lleva zapatos negros y cartera rosa

Dado que no voy, te devuelvo el dado

Río feliz si nado en el mar o en el río

Remo le dice a Rómulo que agarre el remo

“¿Camino despacio o me apuro?”, se pregunta Raúl en el camino

Rocío con agua las flores que le regalaré a Rocío

Puesto que es feriado, no abriré mi puesto

Paseo feliz por el soleado paseo

Remo canta en su bote y piensa: “me gusta cantar mientras remo”

Cata huele dentro de la copa cuando el vino cata

martes, 28 de abril de 2020

PARA LOS PEQUES NUEVA COLECCIÓN PUDÚ


Entremos en el Bosque:

Si huele lindo a madera
y es blando cuando pisamos
es que entramos en el bosque;
¿vamos a ver qué encontramos?



Ya salió a la luz esta amorosa colección en cartoné para los más chicos con los animales de los distintos biomas de Argentina: el bosque, la selva y el mar. Lleva textos de una servidora y las preciosas y super coloridas ilustraciones de Loreto Salinas. ¿La editorial?: Ojoreja


Un huemul come goloso
escondido tras las hierbas:
¿por miedo o por vergonzoso?



Los que siguen son algunos de los lugares donde los pueden encontrar:






Vamos a la Selva:

Húmeda y calurosa,
verde el suelo, verde el techo,
caminamos por la selva
entre árboles y helechos.














QUE PASE EL QUE SIGUE



(Interior del consultorio del doctor Clemente que, asomado a la puerta, llama a los pacientes.)

Doctor: ¡Que pase el que sigue!
(Entra una señora.)
Doctor: (Sentado a su escritorio, con lapicera en mano, pregunta para anotar en la historia clínica.) ¿Usted se llama...?
Señora: Juana.
Doctor: (Repite anotando.) Juaanaa.
Señora: Sí, doctor, y estoy sana.
Doctor: ¿Sana? ¿Y entonces para qué vino?
Señora:  Para ensayar.
Doctor: ¿Ensayar?
Señora:  Sí, para cuando me vaya a enfermar. Hay que prepararse.
Doctor: Pero, señora, eso es adelantarse.
Señora: Es que soy propensa al llanto, temo sentir espanto.
Doctor: (Consultando su reloj pulsera.) Señora, usted se está adelantando y yo me estoy atrasando.
Señora: Bueno, disculpe doctor, paso otro día mejor.
(Sale la señora y el doctor Clemente vuelve a llamar a un paciente.)
¡Que pase el que sigue!
(Entra un hombre.)
Hombre: (Habla antes de sentarse.) Doctor, estoy preocupado.
Doctor: Bueno, mi amigo. Me lo cuenta cuando esté sentado.
(Cuando el hombre se sienta.)
Doctor: Me dejó la puerta abierta.
(El hombre se levanta y va a cerrar.)
Doctor: ¿Qué me iba a contar?
Hombre: (Cuando vuelve, antes de sentarse.) Que estoy muy preocupado.
Doctor: (Le señala la silla.) Me lo cuenta cuando esté sentado.
(Cuando el hombre está en la silla.)
Doctor: Mejor vaya a la camilla.
Hombre: (Habla mientras va a la camilla.) Como le contaba doctor, estoy muy preocupado.
Doctor: Sí, pero me lo cuenta cuando esté acostado.
(El hombre se acuesta en la camilla.)
Doctor: Sáquese las zapatillas.
Hombre: (Mientras se saca las zapatillas.) ¿Cómo, me va a revisar?
Doctor: Sí, se va a tener que sentar.
Hombre: (Sentado en la camilla.) ¿Y, doctor, puedo contar?
Doctor: Me dijo que está preocupado, pero ahora póngase de costado.
Hombre: Sí, doctor, muy angustiado...
Doctor: A ver, póngase del otro lado.
Hombre: (Dándose vuelta.) Pero, doctor, ¿me va a escuchar?
Doctor: Sí, amigo, pero se tiene que parar.
Hombre: (Poniéndose las zapatillas.) ¿Ya terminó de revisar?
Doctor: Sí, ahora me puede contar. Pero antes le aclaro que usted está sano.
Hombre: Eso ya lo sé, el enfermo es mi hermano.
Doctor: ¿Era eso lo que quería contar?
Hombre: Sí, doctor. Me preocupa que él no quiera entrar.
Doctor: ¿Qué es lo que lo asusta?
Hombre: Los remedios no le gustan.
Doctor: Bueno, dígale que se calme y que vuelva otra tarde.
(Sale el hombre. El doctor se asoma y los llamados retoma.)
¡Que pase el que sigue!
(Entra un señor mayor.)
Doctor: ¿Cómo anda abuelo?
Señor mayor: Ay, m’hijito, siempre por el suelo.
Doctor: Bueno, abuelo, ésa no es sorpresa.
Señor mayor: Pero mire cómo tengo la cabeza.
Doctor: (Revisándolo.) Veo unos cuantos chichones.
Señor mayor: Y cuarenta moretones.
Doctor: Abuelo, no debe usar chancletas para andar en bicicleta.
Señor mayor:¿Le parece doctor?
Doctor: Claro, abuelo, es lo mejor. Y ahora, vaya, vaya.
(Sale el señor mayor del lugar y el doctor vuelve a llamar.)
Doctor: ¡Que pase el que sigue!
(Entra una madre con su hija.)
Madre: Buenas tardes, doctor, aquí le traigo a mi hija.
Doctor: (A la hija.) ¿Qué es lo que te anda pasando, querida?
Hija: Cuando voy a la escuela siempre me duele la muela.
Madre: ¿Tendrá algo grave, doctor?
Doctor: (A la madre.) Señora, para esa clase de dolor se equivocó de doctor. Le recomiendo a la doctora Manuela, le dejará bien la muela.
Madre: Gracias, doctor.
(Salen Madre e Hija. Se asoma el doctor Clemente y ya no queda ningún paciente.)
Doctor: (Al público.) Desde la nena hasta el anciano todos están de lo más sanos. El consultorio voy a cerrar, ¡nadie se quiere enfermar!

lunes, 27 de abril de 2020

COQUETA



EL TIEMPO ES ORO


(Una señora llama, muy impaciente, a la puerta de una mercería)           
Doña Úrsula: ¡Don Luis! ¡Don Luis! ¡Abra el negocio y atiéndame, por favor, que estoy muy apurada!

Don Luis: (Voz en off) Pero, señora, es temprano, abro dentro de media hora.

Doña Úrsula: ¡Ya lo sé! Pero es que tengo que ganar media hora. ¡La necesito!

Don Luis: ¿Cómo que tiene que ganar media hora?

Doña Úrsula: Si me deja entrar le explico, porque acá me estoy muriendo de frío.

Don Luis: Bueno, está bien, ahora le abro. (Y enseguida) Entre.

Doña Úrsula: ¿Sabe lo que pasa don Luis?

Don Luis: ¿Qué, señora?

Doña Úrsula: Ayer tuve tantas cosas que hacer que en un momento de distracción perdí media hora.

Don Luis: ¿Y con eso?

Doña Úrsula: Ayer perdí esa media hora y hoy estoy dispuesta a recuperarla, ¡sea como sea! El tiempo es oro, decía mi abuelo que en paz descanse.

Don Luis: Usted recupera su media hora pero me la hace perder a mí, porque ahora mismo yo tendría que estar desayunando, si no quiero, como usted dice, perder el tiempo.

Doña Úrsula: ¡Pero usted tiene tanto tiempo don Luis! Siempre anda por ahí desperdiciándolo: visitando a sus amigos, escuchando música, leyendo, cuidando las plantas.

 Don Luis: Pero eso no es desperdiciar el tiempo, señora.

Doña Úrsula: ¿Cómo que no? ¡Si todos hicieran lo que usted hace, nadie haría nada! ¿No le sobra una media horita que en todo caso me pueda prestar?

Don Luis: Imposible señora. Mi media hora no le serviría de nada.

Doña Úrsula: ¿Por qué no me serviría?

Don Luis: Porque yo le puedo prestar media hora, pero mire si le toca justo la media hora de charlas con los amigos, de paseos por el parque o de contemplar el atardecer, eso a usted no le sería útil. Su tiempo no es compatible con el mío.

Doña Úrsula: Así que tenemos tiempos distintos. Todos los días se aprende algo nuevo. Bueno, me voy a lo de la verdulera. A ella no la vi nunca contemplando un atardecer. Así que, ¿quién le dice?, tal vez tenga del mismo tiempo que el mío y me puede prestar una media hora. Hasta luego, don Luis. Vaya, vaya a desayunar, no pierda el tiempo que el tiempo es oro.

(Sale)