martes, 20 de diciembre de 2011
SOBRE MAGO XUL Y MOLINA CAMPOS
Valeria Sardi comentó en su blog los libros sobre Xul Solar y Molina Campos de los que soy autora de los textos, el de Xul está ilustrado por Irene Singer. Se puede ver en este link:
http://poeticasinfancia.blogspot.com/2011/12/regalos-y-mas-regalos-el-mundo-de-xul-y.html#comment-form
domingo, 20 de noviembre de 2011
¡COLA, PAPEL Y TIJERA!
Acá algunos de mis trabajos, ninguno nuevo, con papeles recortados. Los papeles: cartulinas, recortes de revistas, papeles coloreados con gouache. Las figuras, siluetas. Es una técnica que siempre me interesa porque me permite jugar más que cualquier otra. Y lo que más me gusta es que nunca sé hasta último momento cómo será la composición. Armo la coreografía haciendo bailar a los recortes, que van cambiando de lugar sobre la hoja en blanco hasta que los pego. Algunos tienen detalles digitales.
El que sigue lo hice para una muestra del Foro de Ilustradores con el tema del circo:
Los dos que siguen, recortes de cartulina negra, los hice hace muchos años inspirada en dos poemas de J. Prévert.
"La pesca de la ballena":
La de abajo es una ilustración sobre el poema "Los cinco burritos" de Javier Villafañe, que empieza:
"Como se quedaron
los cinco burritos
al ver a la luna
dormida en el río"
La siguiente la hice en recuerdo del fondo de la casa donde vivíamos hace unos años, del paraíso florecido con nido de horneros, de las glicinas en el patio y de Pancha y de Miya, nuestra perra y gata respectivamente:
La próxima está hecha con cartulina negra y el color es digital:
El que sigue lo hice para una muestra del Foro de Ilustradores con el tema del circo:
(Click sobre las imágenes para agrandar)
Los dos que siguen, recortes de cartulina negra, los hice hace muchos años inspirada en dos poemas de J. Prévert.
"La pesca de la ballena":
"Los caracoles que van al entierro de una hoja seca":
La de abajo es una ilustración sobre el poema "Los cinco burritos" de Javier Villafañe, que empieza:
"Como se quedaron
los cinco burritos
al ver a la luna
dormida en el río"
La siguiente la hice en recuerdo del fondo de la casa donde vivíamos hace unos años, del paraíso florecido con nido de horneros, de las glicinas en el patio y de Pancha y de Miya, nuestra perra y gata respectivamente:
La próxima está hecha con cartulina negra y el color es digital:
lunes, 5 de septiembre de 2011
COCINA DE CUATRO GATOS NEGROS FLACOS: CHRISTIAN MONTENEGRO Y LAURA VARSKY
(Click sobre las imágenes para agrandar)
Dibujé un ícono para cada palabra y Laura diseñó especialmente la tipografía. Mi trabajo y el suyo están basados en la combinación de triángulos, cuadrados y círculos.
Si bien el resultado final es simple y claro, fue un proceso arduo, ya que llegar a esta gráfica fue una larga (y a veces enervante) búsqueda.
Los primeros pasos fueron directamente en el Illustrator, pero al no conseguir nada salvo resultados poco satisfactorios decidí volver a cero y comencé a tomar apuntes de nuestra gata Dodó (en definitiva el comienzo lógico si voy a dibujar gatos):
Y a partir de estos primeros esbozos comenzar a buscar:
Una vez que apareció una punta...:
.. volví a luchar con el Illustrator. Aquí uno de los primeros intentos por lograr una sintaxis con las imágenes:
Gracias Christian, gracias Laura.
Web de Christian Montenegro: http://christianmontenegro.com.ar/
Web de Laura Varsky: http://www.lauravarsky.com.ar/
viernes, 2 de septiembre de 2011
MI COCINA DE: CUATRO GATOS NEGROS FLACOS
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Con el texto la cosa fue así: yo tenía el tema de los cuatro gatos en mi cabeza porque había nomás unos gatos recién nacidos que andaban por el techo de mi casa y escribí dos poemas. Con las palabras de uno de ellos, el que sigue, me dio después las ganas de seguir jugando:
Cuatro
gatos,
negros,
flacos.
Cuatro flacos gatos
parió la gata.
Flacos, flacos, negros
hasta las patas.
Cuatro
gatos,
negros,
flacos.
Me gustaron esas cuatro palabras y me gustó repetirlas: cuatro, cuatro, gatos, gatos, negros, negros, flacos, flacos. Pensé también en el Bolero de Ravel, esa melodía que va repitiéndose obsesivamente en un crescendo y repetí las palabras de a dos, de a tres y de a cuatro manteniendo en su lugar las de los extremos y cambiando las del medio, en estrofas que van creciendo desde una palabra, a dos, a tres, a cuatro para a partir de acá hacer un espejo, es decir que se repita el mecanismo pero al revés, con el texto decreciendo, siempre en versos de cuatro estrofas. Así es que el libro que empieza en: Cuatro gatos negros flacos, termina: Flacos negros gatos cuatro. Y como son palabras que se pueden independizar las unas de las otras, podemos leerlas en forma vertical, horizontal y diagonal.
En las siguientes imágenes del interior del libro se puede ver la interpretación que hizo Christian de este juego de palabras, jugando a su vez con exquisitos dibujos de los gatos, y el impecable diseño y tipografía de Laura:
Algo que no puedo dejar de señalar es la infinidad de detalles que se pueden encontrar si se miran los dibujos con detenimiento.
Acá se ven los cuatro metros del libro desplegado, los interiores y los exteriores (lindo por dentro y por fuera!) y a uno de los protagonistas que se salió de su página:
Para chicos y para grandes. Para que lo abran paso a paso y descubran el juego juntos y de a poquito o lo desplieguen de una vez y cada uno empiece a leer por un extremo distinto para encontrarse finalmente en el medio.
En el Picnic de Palabras N° 12 en la plaza Martín Fierro en septiembre de 2014, con Selva Bianchi y su equipo, nos divertimos todos jugando con el libro de los cuatro gatos:
En la biblioteca El sonido de los libros, en Los Pinos, Colonia, Uruguay:
MAGO XUL, QUINQUELA Y MOLINA CAMPOS GRATAMENTE COMENTADOS
En la reseña sobre libros de arte para chicos que hizo Karina Micheletto en Página/12 aparecen unos lindos comentarios sobre los tres libros de la colección Pinta tu aldea de Calibroscopio que tuve el gusto de escribir y que con tan buen arte ilustraron Paula Adamo e Irene Singer y diseñó Federico de Giacomi. Se puede leer acá:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/11-22777-2011-09-02.html
lunes, 8 de agosto de 2011
¡QUÉ BESTIAS!: LAS ILUSTRACIONES
Las ilustraciones del libro ¡Qué bestias! de la colección Re-cortala de Colihue del año 1998, colección de la que soy autora integral y que firmé como Silvia Grau, salieron bastante mal impresas y no sé muy bien por qué. Quizá la técnica no era lo mejor para el papel que se usó o al revés, la cuestión es que no se lucen, están muy oscuros en el libro, así que muestro algunas por este medio.
(Click sobre las imágenes para agrandar)
Acá están en amable reunión las señoras de la comisión del club "Villa Loreto":
Acá Julito haciendo una de sus chanchadas:
El primo de mamá que vive en el sur y se llama Bernardo. Ella siempre dice que él es un santo:
Este es don Mosco, que cuando se pone molesto todo el mundo lo saca volando:
Y acá una imagen que no incluí en el libro, pero me gusta:
domingo, 10 de julio de 2011
MIS PRIMEROS TRABAJOS COMO ILUSTRADORA
Allá por el año 1979, recién terminada la escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, armé una carpeta con dibujos que eran mis primeros intentos de ilustrar cuentos para chicos. En la carpeta había un poco de todo: ilustraciones de "El gato con botas", de "Alicia en el país de las maravillas", de "Monigote en la arena" de Laura Devetach y algún que otro dibujo suelto. Eran dibujos que había hecho por mi cuenta para mostrar en las editoriales. Las técnicas: collage, lápices de color, marcadores, cartulina de color raspada. Antes de terminar la carrera yo había visto unas estampillas alemanas que ilustraban cuentos clásicos para niños que me gustaron mucho y me ayudaron a decidir a qué me quería dedicar en adelante. Sabía pintar al óleo, dibujar un modelo vivo o una naturaleza muerta, hacer un grabado y algo de escultura, pero ilustrar un cuento no me habían enseñado, así que estos primeros intentos eran verdaderamente de principiante. Con esa carpeta me presenté en la revista Billiken de editorial Atlántida y al tiempo me hicieron un encargo: ilustrar un cuento de Oche Califa que después supe que había sido también su primera colaboración como escritor.
Acá la prehistórica ilustración, pintada con lápices de color:
(Click sobre las imágenes para agrandar)
Acá un segundo encargo, donde ilustré un cuento de Susana Lisotti:
Y este trabajo de principios de los 90, mucho más nuevo que los anteriores, en la segunda etapa de la maravillosa revista Humi. Fue una propuesta mía la ilustración del poema de J. Prévert "Canción de los caracoles que van al entierro", que aceptó de buen grado la editora Laura Linares. Está hecha con recortes de cartulina de color:
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