jueves, 11 de marzo de 2021

HABLAR SIN HABLAR (Macmillan 2018)

 

Salida de una flor

una abeja avanza;

llega a la colmena

y danza, danza, danza.

Pone en el bailar

mucha precisión

para que las otras

 presten atención.

Les indica dónde

encontró un manjar,

esa es su manera

de comunicar.

También las hormigas

hablan sin hablar:

con la feromona

de olor especial

dicen de un peligro

o marcan su lugar.

 

Los delfines silban,

las ballenas cantan,

las hormigas huelen,

las abejas danzan:

mediante esas formas

de comunicación

se comprenden ellos

a la perfección.

Pero, ay, los humanos

hablan, hablan, hablan

y a veces no entienden

ni una palabra.

Somos más complejos

que el reino animal,

por eso es que a veces

nos  comunicamos mal.


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