Salida de una flor
una abeja avanza;
llega a la colmena
y danza, danza, danza.
Pone en el bailar
mucha precisión
para que las otras
presten atención.
Les indica dónde
encontró un manjar,
esa es su manera
de comunicar.
También las hormigas
hablan sin hablar:
con la feromona
de olor especial
dicen de un peligro
o marcan su lugar.
Los delfines silban,
las ballenas cantan,
las hormigas huelen,
las abejas danzan:
mediante esas formas
de comunicación
se comprenden ellos
a la perfección.
Pero, ay, los humanos
hablan, hablan, hablan
y a veces no entienden
ni una palabra.
Somos más complejos
que el reino animal,
por eso es que a veces
nos comunicamos mal.
Me gusta!!
ResponderEliminarHola, Cris. Qué bueno!
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