Por
el azul nada un barco
imposible
de amarrar:
mástil
blanco, blanca vela,
este
es un barco que vuela.
Empujado
por el viento,
vuela
por el firmamento.
Mientras
yo mira que mira,
el
barco se desperdiga.
Y lo
que empezó siendo un barco
en
tres barquitos termina.
Luego,
uno se hace león,
otro un pequeño ratón;
el
tercero se oscurece
y se
vuelve nubarrón.
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