lunes, 27 de abril de 2020

EL TIEMPO ES ORO


(Una señora llama, muy impaciente, a la puerta de una mercería)           
Doña Úrsula: ¡Don Luis! ¡Don Luis! ¡Abra el negocio y atiéndame, por favor, que estoy muy apurada!

Don Luis: (Voz en off) Pero, señora, es temprano, abro dentro de media hora.

Doña Úrsula: ¡Ya lo sé! Pero es que tengo que ganar media hora. ¡La necesito!

Don Luis: ¿Cómo que tiene que ganar media hora?

Doña Úrsula: Si me deja entrar le explico, porque acá me estoy muriendo de frío.

Don Luis: Bueno, está bien, ahora le abro. (Y enseguida) Entre.

Doña Úrsula: ¿Sabe lo que pasa don Luis?

Don Luis: ¿Qué, señora?

Doña Úrsula: Ayer tuve tantas cosas que hacer que en un momento de distracción perdí media hora.

Don Luis: ¿Y con eso?

Doña Úrsula: Ayer perdí esa media hora y hoy estoy dispuesta a recuperarla, ¡sea como sea! El tiempo es oro, decía mi abuelo que en paz descanse.

Don Luis: Usted recupera su media hora pero me la hace perder a mí, porque ahora mismo yo tendría que estar desayunando, si no quiero, como usted dice, perder el tiempo.

Doña Úrsula: ¡Pero usted tiene tanto tiempo don Luis! Siempre anda por ahí desperdiciándolo: visitando a sus amigos, escuchando música, leyendo, cuidando las plantas.

 Don Luis: Pero eso no es desperdiciar el tiempo, señora.

Doña Úrsula: ¿Cómo que no? ¡Si todos hicieran lo que usted hace, nadie haría nada! ¿No le sobra una media horita que en todo caso me pueda prestar?

Don Luis: Imposible señora. Mi media hora no le serviría de nada.

Doña Úrsula: ¿Por qué no me serviría?

Don Luis: Porque yo le puedo prestar media hora, pero mire si le toca justo la media hora de charlas con los amigos, de paseos por el parque o de contemplar el atardecer, eso a usted no le sería útil. Su tiempo no es compatible con el mío.

Doña Úrsula: Así que tenemos tiempos distintos. Todos los días se aprende algo nuevo. Bueno, me voy a lo de la verdulera. A ella no la vi nunca contemplando un atardecer. Así que, ¿quién le dice?, tal vez tenga del mismo tiempo que el mío y me puede prestar una media hora. Hasta luego, don Luis. Vaya, vaya a desayunar, no pierda el tiempo que el tiempo es oro.

(Sale)


No hay comentarios:

Publicar un comentario